viernes, 14 de mayo de 2010

Comunicado difundido en la conferencia de prensa de esta mañana

ROQUE: VERDAD Y JUSTICIA 

Este viernes 14 de mayo, Roque Dalton cumple setenta y cinco años de vida porque sigue presente en sus hijos sobrevivientes –Jorge y Juan José– quienes denunciarán en la Fiscalía General de la República (FGR) a Joaquín Villalobos y Jorge Meléndez por el asesinato de su padre. Esa lucha, digna de respeto y admiración, le recuerda al país la deuda estatal con todas las víctimas.   
El 10 de mayo de 1975, el poeta fue asesinado junto a Armando Arteaga –conocido como “Pancho”– por decisión del Estado Mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) integrado por los tres acusados y Vladimir Rogel, Alberto Sandoval y otros ya fallecidos. Tanto Villalobos como Meléndez reconocen que el laureado escritor enfrentó un “proceso político” que derivó en su ejecución, asumida por ese mando político y militar como una decisión “colegiada”. Desde entonces, la familia de la víctima ha exigido ubicar el cadáver de Dalton y el de “Pancho”, sin que a la fecha ninguno de sus victimarios haya revelado esa información. En lugar de eso, sus versiones han cambiado a lo largo de los años. 
Estos hechos ocurridos antes de la guerra en El Salvador, son considerados delitos contra la humanidad en el marco de su evolución conceptual desde los tribunales de Nuremberg hasta el Estatuto de Roma; por tanto, no prescriben ni pueden ser amnistiados. Lo son porque ofenden a toda la humanidad, en la medida que fueron realizados como parte de una práctica sistemática por razones políticas en contra de una disidencia intolerada y eliminada por la fuerza. Y en el  caso particular de Roque Dalton, lo es por la trascendencia universal de quien se ha erigido como el máximo creador literario salvadoreño. 
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “son inadmisibles las disposiciones de amnistía, las disposiciones de prescripción y el establecimiento de excluyentes de responsabilidad que pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de las violaciones graves de los derechos humanos tales como la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por contravenir derechos inderogables reconocidos por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos”. 

Por eso, una vez más, las víctimas acuden a la FGR –entrada al sistema nacional de justicia– para que funcione. Para que investigue y establezca la verdad; para que inicie en serio la batalla estratégica contra la impunidad. La familia Dalton ofrece algunos elementos que pueden ayudar a la institución en lo relativo a la determinación de las responsabilidades: audios de las declaraciones de algunos de los presuntos autores materiales e intelectuales, así como varias publicaciones en periódicos de circulación nacional donde admiten su culpa. La FGR tiene hoy otra oportunidad para reivindicarse y demostrar que es capaz de combatir con éxito la criminalidad, no importa quienes sean sus autores.   
San Salvador, viernes 14 de mayo del 2010. 

1 comentario:

Pablo dijo...

.Basta ya de tanta impunidad, los crímenes deben de resolverse para que la sociedad salvadoreña conozca la verdad.
“Sin Justicia no hay paz ni democracia”.